Nadie me dijo...

que existía algo denominado música, que más que melodías bellamente entonadas eran drogas duras codificadas en pequeñas extensiones de sonidos equilibrados, que satisfacen, alivian y curan cualquier tipo de depresión y/o enfermedad. Y que a la larga me transformarían en una preocupante mujer adicta-música-dependiente. Nadie me dijo que curaría muchos de los minúsculos pesares que ha tenido mi vida. Nadie me dijo que escribiendo una estrofa y un par de estribillos delirantes, saldrían canciones tan auténticas, tan superiores que elevan en cierto grado la mente de quien las escucha.

nadie me dijo que probablemente me gustarían más los grupos chilenos que los internacionales, ni tampoco que mi favorito fuera de puros hombres (bueno, mis cuatro alter ego sí me lo dijeron, pero sólo porque son putas), y que encontraría sentimientos tan sublimes en cinco mentes masculinas.
nadie me dijo que me enamoraría de la música a primera vista, lo descubrí yo solita!