(cuando salga el sol)


eres como mi mancha de grasa,
o esa de vino tinto que no sale con nada.
lavas y lavas, y los callos agrietan
y endurecen también tu corazón,
entonces no sabes cómo sacarlos.
caes desesperado al suelo
esperando que alguien te levante,
eres incapaz de mirar el cielo,
no tocas la punta de tu nariz
no hay discernimiento
y el vaso se hace grande
de pronto caes en el mar muerto
y una inmensa ola de vino tinto
te arroja a un pedazo de tierra
de alma que aún no conocías,
entonces vuelven los obreros a tu vida
pretendiendo construir el ego más alto
antes que vengan los terroristas
y terminen de romper tu corazón.
tus manos tratan de juntar
pedazos de vida que guardaste
en tu baúl de los recuerdos,
trozos de caramelos felices
que viviste en algún momento,
los pegas con colafría
y esperas que mejore el tiempo.
haces ritos para que llueva,
para que caigan del cielo esperanzas ajenas
o manos amigables
que te puedan acompañar
cuando salga el sol.

ahí te quedas.


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