moldeando nuevos verdes

Los rostros pecaminosos examinan las caretas
de cada alma que recorre esta calle.
Miran las mías, descubriendo las heridas
podridas por culpa de una vida mal hablada.
Deciden entonces quebrar mi máscara
y sólo me dejan la original,
me pasan más arcilla y un poco de agua bendita,
me dicen: grita chiquilla, salva tu vida, bébela!
Yo solo atino a moldear los nuevos caminos,
ilumino los faroles de mi silencio interno,
haciendo arder ese espacio viejo
que en mis adentros guardo con anhelos de amor.
Ahora por fin sonrío, y me echo a correr,
aún no resuelvo cuáles serán los nuevos verdes caminos,
eso se lo dejo a mi destino y a mis pies.

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