asumo

Digamos que asumo estar en un proceso, y que en este momento de mi vida el letargo se hizo más intenso que antes. Sé que mi cara no brilla como en otros tiempos, que me faltan sentimientos, que se me escapó una personalidad, y ahora más que nunca necesito a los que amo a mi lado. Me necesito a mí misma también. Necesito darme espacio, tomar aire, respirar hondo. Creo que este proceso viene dándose desde hace algún tiempo, disculpen si los he dejado de lado, es que no me reconozco a estas alturas. Mi alma pide a gritos algo que no visualizo, quizás es un anhelo, o en verdad si sé lo que es pero una barrera me impide alcanzar. Mi espejo ya no me devuelve sonrisas, pocas son las ocasiones en que lo hace, y cuando estoy alegre colapso y todo se difumina aún más para mí. Lo sé, lo sé, soy una alucinógena mamona transitando en una evolución que no escogió vivir, pero que tenía que... Entonces voy y me cuestiono mil cosas, mil situaciones, a veces siento que me faltan palabras y que me falta hacer o decir las cosas que realmente siento, que son sentimientos tan espontáneos que me asusto y prefiero callarlos. Pero por ahí dicen que "el que no se tira... no cruza el río". 

Ando sintiendo mucho sueño, casi todos los días soy una especie de vorágine interna que flota por las calles por inercia, y que se vuelve clara solo a momentos. A veces miro el cielo y es lo único que encuentro maravilloso. La verdad es que llevo meses mirando el cielo, por eso estoy así, media ida, media abstracta. Pero no todo ha sido malo, del cielo caen gatos y mariposas, eso es un adelanto en mi vida del que no me había percatado, que me fascina, me contagia de una energía que desconocía, que me abre los ojos cada cierto tiempo. Es cierto, no expreso muchas cosas cuando hablo, a veces siento que tengo un corazón de piedra, siento que tengo en mi pecho un bunker o una pata de elefante, que solo se aliviana si ronda ese gato por mi vida, pero sé que él tampoco puede quitarme el bunker. Este proceso lo debo hacer sola, lo sé. Tal vez mis sonrisas ahora no son tan alegres, pero son lo más honesto que tengo para entregar en mis momentos alegres. Yo no pido que me ayuden a caminar, sólo pido que me acompañen, que me esperen si creo no poder hacerlo, que me tomes la mano y no me la sueltes. Mira que los necesito, y yo no soy de esas personas que suelen pedir ayuda. No quiero convertirme en una vorágine... Escapémonos a la playa, allá donde mi alma se relaja. Quiero salir corriendo, pero tampoco es la mejor forma de asumir mi proceso. Lo sé, lo sé, tengo que hacerlo sola. Lo que pasa es que la rutina me ahoga, y mi interior se está deshidratando, necesito empaparme del mar, necesito que me tomes la mano. Necesito asumir que todo en esta vida va y viene, y que de mí depende aprovechar o quedarme inerte. Mi músculo palpitante está nublado. Quiero ver salir el sol.