sentir

Me aterra la posibilidad de dejar de sentir de un momento a otro. De quedar lapidada en un desierto desconocido y no ser nada en la memoria ajena. Me suda helada la nuca, de solo pensar en desaparecer. Sin descartarlo como un anhelo, dejar de sentir me aterra y me ilusiona, por el solo hecho de que es una oportunidad que los arrepentidos piden a gritos. Yo, como pecadora, la imploro ciertas veces cuando me paralizo. Sin embargo, el sentir es un estímulo necesario, como el bombeo de la sangre por las venas, como el aire en los pulmones. Sentir es como un acto mecánico. Con o sin destinatario, sentir es un movimiento involuntario del corazón cuando se agobia de conceptos y abstracciones que no se pueden explicar con palabras, ni dibujar.
Sentir es aterrador, porque es el hecho fehaciente de que existe un alma. Y aunque lo retenga en mi garganta, y lo escupa tres mil veces, no puedo dejar de sentir todo lo que me rodea, que nace desde mi útero hasta mi alma.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
me gusto mxo
gato

Entradas populares