Me violenta tu indiferencia.

Me violenta la indiferencia con que tú callas frente a la agresión de una mujer. Me violenta la indiferencia con la que te burlas cada vez que una mujer intenta defenderse con sus propias palabras, cada vez que se manifiesta por creer en su libre albedrío. Me violenta la indiferencia con la que tú mismo participas de esas agresiones sin entender. Me violenta que te quedes callado mirando, naturalizando una conducta patriarcal que nos tiene escindidas desde las entrañas.

La violencia contra la mujer nunca ha sido solo física, la violencia es verbal, institucional, psicológica, incluso transciende a los medios de comunicación que día a día observamos. Me violenta como observas y no haces nada. 

Cada día, a cada hora mueren miles de mujeres en el mundo. Cada día, a cada hora miles de mujeres son golpeadas, humilladas, maltratadas de las más burdas maneras, y nadie hace nada. 

Me violenta tener que salir a la calle dispuesta a ser ofendida, porque me pongo un vestido y se me ven las piernas, y un hombre me grita una cochinada, incluso que me silbe es irritable. Me violenta tener que salir con la disposición de ser humillada por ponerme una minifalda y que todo hombre que pase al rededor mío mire la forma de mi trasero y piense en cojerme. Me violenta de sobremanera tener que aguantar que agredan mi identidad de mujer diariamente, y que nadie haga nada. Porque en este país se dice mucho pero no se hace nada. Siglos de humillación y todavía los hombres repiten las mismas conductas agresivas de macho alfa dominante que utilizaban los patrones de fundo que se follaban a todas las empleadas de la casa, donde nadie hacía nada, por miedo a vivir, por miedo a morir. 

Se siguen repitiendo los mismos patrones de violencia, se traspasan en el material genético de mujeres y hombres. Donde la madre enseña a cubrirse a la mujer. Donde el padre enseña a su hijo a poseer, a dominar el cuerpo y mente de las mujeres como sus objetos de placer. Donde se enseña que aquella mujer que no tiene hijos y que no ayuda en la casa tendrá una vida inútil, se quedará solterona y desdichada por no haber servido a un hombre. Donde se enseña que aquella mujer que vive su vida, que conoce y tiene sexo con la persona que desee es una puta que merece la humillación de todos. Donde se enseña que el hijo que no domina, que no tiene hijos, que no maltrata a su mujer, es un marica, una vergüenza para la familia. Siglos enseñando el mismo patrón desde el núcleo que representa la institución familiar, hasta cómo se educa en los colegios. Incluso el lenguaje utilizado por todos los seres humanos es patriarcal, porque todo cuanto se habla de personas se refiere al "hombre", cuando se habla de menores de edad "los niños". Se educa desde el nacimiento imponiendo la palabra masculina por sobre la femenina.

Toda institución está estructurada bajo el sistema patriarcal, bajo el sistema que estipula que la mujer debe parir y mantener el hogar; que si estudia una carrera debe tomarlo como un hobbie, porque sino tiene hombre al lado, no es nadie. Todos los días enseñando a las niñas y niños los mismos patrones de dominación y violencia: que la niña debe comportarse, debe ser sumisa, que no debiera ser muy inteligente, que debe actuar como una dama, que debe saber conquistar a un hombre, que debe saber cocinar y servir para un hombre. Y el niño aprendiendo a ser mimado por su madre, aprendiendo a que si juega a la pelota y tiene varias niñas al rededor suyo es un campeón, que si le interesa la música o es sensible será humillado por la sociedad. Somos nosotras también las culpables de seguir perpetuando este sistema.

Hasta cuándo aguantamos la humillación. Hasta cuándo aguantamos las malas palabras, las ofensas, las heridas. Hasta cuándo aguantamos que posean nuestro cuerpo como si fuera un objeto manipulable. Hasta cuándo seguimos aguantando vivir con un hombre que nos agrede física y psicológicamente, y que sea el padre de nuestros hijos. Hasta cuándo aguantamos vivir en un país que nos mete el dedo en la boca degradándonos en la salud, en la educación, en el trabajo solo porque nacimos con una vagina y un par de tetas. Hasta cuándo compañeras! Hasta cuándo!

¡Quien ama no mata, no humilla, ni maltrata!

Comentarios

Entradas populares